martes, 6 de octubre de 2020

Los cinco pares de principios de Wölfflin

 


Los cinco pares de principios de Wölfflin

Wölfflin asume su “formalismo” como historiador del arte en el sentido de que su primera tarea es el análisis de la “forma visible”. En el arte hay una evolución interna de las formas. Como todo es forma en las artes plásticas, el análisis formal “captará necesariamente el elemento espiritual”: la imaginación de quien las crea, la evolución, ̶ el carácter del artista, ̶ la estructura social y espiritual de la época, que no se dejan de lado. Por tanto, se superponen dos niveles: el formal -prioritario- que es ámbito del “estilo” y el nivel del significado que da cuenta del cambio de mentalidad y sensibilidad de la época.

Renacimiento y Barroco son dos períodos que manifiestan una evolución repitiéndose a lo largo de la historia del arte.

El arte griego, el Renacimiento y el Neoclasicismo corresponderían a lo clásico. En las tres épocas hay una sensibilidad especial para con la forma que luego será abandonada por otros valores de tipo “atmosféricos”. La empatía en tanto armonía entre nuestro cuerpo y la obra de arte del Renacimiento, el arte de la belleza apacible, cede ante el sentimiento violento del Barroco, que recurre a la emoción para conmover y subyugar.

Wölfflin desarrolla su sistema apoyado en cinco pares de conceptos, de los que cada uno contrapone un rasgo renacentista a otro barroco, y que, con la excepción de una sola de estas antinomias, señalan la misma tendencia evolutiva de una concepción artística a otra más libre.

Las categorías de la visión o los cinco pares de conceptos fundamentales son:

1ª.- Lineal y pictórica.

2ª.- Superficie y profundidad.

3ª.- Forma cerrada y forma abierta

4ª.- Claridad y falta de claridad

5ª.- Variedad y unidad.

1ª.-Lineal y pictórica.

Por un lado, lo lineal supone la definición clara de los límites de las figuras, interviniendo allí distintos aspectos como la luz, el tipo de pincelada, las relaciones entre los colores. En la división precisa y delimitada está la belleza. Predomina el dibujo.

Lo pictórico, por su lado, implica la disolución de la línea, del límite, de los contornos, en la búsqueda de lo ilimitado, infinito; esto se logra a través de pinceladas rápidas -logran vincular las partes dibujadas-, la diferenciación lumínica a través de un único foco de luz, la combinación de colores con bajo contraste que permite acentuar y dar unidad a las partes. Predomina la pintura.

En lo pictórico está la disolución de la forma plástica y lineal, pasando pues a algo movido, palpitante e inaprensible; en lo pictórico se borran los límites y contornos para dar la impresión de lo ilimitado, inconmensurable e infinito; en lo pictórico se produce la transformación del ser personalmente rígido y objetivo en un devenir, una función, un intercambio entre sujeto y objeto. Esta es la concepción wölffliniana del Barroco.

 

Clásico / lineal

Pictórico

Ve en líneas”. La línea como cauce y guía.

Ve en masas”. Desestimación paulatina de la línea.

Se concentra en el contorno, las formas.

Se concentra en la impresión. Renuncia al dibujo palpable.

La luz posa sobre la forma y la cubre parcialmente.

La luz no se ajusta a la forma del objeto

Seguridad: las cosas como son.

La cosa y la representación son idénticas.

Apariencia de realidad. Vaga apariencia.

Representa el mundo en cuanto visto

Hasta el límite del objeto

Desborde, hacia lo ilimitado.

La visión aísla las cosas: los objetos físicos con sus valores concretos.

La retina hacia el conjunto: se interpreta lo visible en su totalidad.

Se prefiere la figura firme y precisa.

Se prefiere el fenómeno cambiante

La forma permanente, limitada.

El movimiento, y la forma en función del movimiento.

Las cosas por sí.

Las cosas dentro de su conexión.

 

 

2ª.- Superficie y profundidad (visión de superficie o visión de profundidad)

Se entiende por superficie o superficial, en el arte clásico, a la organización de planos representativos, es decir, disposición en planos o capas las distintas partes que integran el conjunto formal, mostrando, por un lado, la condición coplanar de las jerarquías sociales análogas y por otro lado el horror a la pérdida del punto de fuga.

En cambio, la profundidad, la tendencia desde el inicio hasta el fondo expresa el mismo sentido dinámico de la vida, la misma resistencia contra lo permanente y contra todo lo fijado de una vez para siempre, contra lo delimitado; con ello el espacio es algo que se va haciendo, como una función.

Ya no hay preocupación por el control del punto de fuga (por ejemplo, muchas veces se utiliza la perspectiva del doble foco); los centros simbólicos no coinciden con los centros geométricos del cuadro.

El medio preferido por el Barroco para hacer sensible la profundidad espacial es el empleo de primeros planos demasiado grandes, de figuras que se acercan al espectador, y de la brusca disminución en perspectiva de los temas de fondo. El espacio gana carácter por su movimiento, sino que el espectador se siente que la espacialidad es una forma de existencia dependiente de él y por él creada.

Los medios representativos para expresar el volumen de los cuerpos y la profundidad espacial son la dirección de la luz, el reparto de los colores y la perspectiva utilizada en el dibujo, además de los marcos y los bastidores.

Clásico / superficie

Profundidad

Dispone en planos o capas las distintas partes que integran el conjunto formal.

La representación de la profundidad sobre un plano, la que se logra mediante planos superpuestos que van llevando al ojo hacia el fondo de la escena. Se distinguen los sucesivos planos que llevan hacia las partes más alejadas, así esa yuxtaposición plana es la forma de mayor legibilidad

Acentúa la relación sucesiva de fondo a una grandeza o viceversa.

En las obras del Barroco los múltiples personajes se agrupan de modo que la profundidad se va dando gradualmente. Las figuras se entremezclan y la luz contribuye a crear esa sensación de indeterminación de cada uno de los planos en que podría descomponerse la escena.

Valoración del contorno y del plano

Desvalorización del contorno trae consigo la desvalorización del plano

Organiza el espacio: delante y detrás

La vista organiza las cosas en el sentido de anteriores y posteriores

Manejo del escorzo y la perspectiva de punto fijo, los objetos representados se disponen en planos o capas.

Manejo del escorzo y la perspectiva de punto fijo, los objetos acentúan la unidad espacial en profundidad.

Profundidad: El espacio por capas

Profundidad: El espacio como movimiento unificado.

 

3ª.- Forma cerrada y forma abierta

El tercero de estos pares de categorías, quizá sea el más fácil de reconocer o el que se ha transformado en el más conocido. Nos referimos a lo que Wölfflin llama forma cerrada y forma abierta.

La forma cerrada implica un equilibrio armónico donde todas las figuras se cierran entorno a un centro simbólico-temático; desde este punto de vista, el marco del cuadro constituye un límite omnipresente, y toda la representación transmite estabilidad y equilibrio, así como una unidad de mensaje.

En una composición cerrada, “clásica”, lo representado es un fenómeno limitado en sí mismo, cuyos elementos están todos enlazados entre sí y referidos unos a otros; en este aspecto nada parece ser superfluo, ni tampoco faltar.

Podríamos caracterizar a las producciones barrocas como “la relajación de las reglas y del rigor tectónico”, produciendo un efecto más o menos incompleto e inconexo, es decir, las representaciones pueden ser continuadas por todas partes y se desbordan de sí mismas, perdiéndose, por tanto, la idea de estabilidad, de equilibrio y de simetría que expresan las horizontales y las verticales. Como trasfondo filosófico, podríamos decir que el cuadro parece representar un espectáculo transitorio y no un trozo del mundo en sí mismo.

En la forma cerrada (…) todas las figuras están equilibradas dentro del marco del cuadro. La composición está basada en líneas verticales y horizontales (…). La pintura está totalmente autocontenida. La forma cerrada transmite una impresión de estabilidad y de equilibrio, y se observa una tendencia hacia la disposición simétrica (…). En la forma abierta (…) las figuras no están simplemente contenidas dentro del marco; éste las corta por los lados. Hay una sensación de espacio ilimitado fluyendo más allá de los límites del cuadro. La composición es más dinámica que estática, sugiere movimiento (…)”. (1985: 91-92)

 

Clásico / forma cerrada

Forma abierta

Lo absoluto.

Lo relativo

Lo más estricto

Lo más libre

Composiciones tectónicas que provocan el efecto de completo y conectado

Composiciones atectónicas que provocan el efecto de incompleto e inconexo.

Firme y estable: las horizontales y verticales marcan el equilibrio y simetría     

Conmoción: donde todo parece casual, marcan lo efímero, lo imprevisto y la improvisación     

Superficies ajustadas al marco

Superficies no ajustadas al marco

 

4ª.- Claridad y falta de claridad

Lo claro y lo indistinto. Muchas veces este punto no se suele tomar en cuenta, ya que el propio Wölfflin lo relaciona con los conceptos de lineal y pictórico. Simplemente diremos que la época clásica tiene un ideal de claridad perfecta y que el Barroco abandona voluntariamente, porque la claridad del motivo ya no es el fin último del arte. De ahí que exista un continuo despliegue de lo sencillo a lo complicado, de lo claro a lo menos claro, de lo manifiesto a lo oculto y vedado. Diremos que en el Barroco se producen las violentas superposiciones, diferencias de tamaño en desproporcionada perspectiva, el abandono de las líneas de orientación.

Clásico / claridad

tiene que ver con

Falta de claridad

tiene que ver con

Lo sencillo

Lo manifiesto

Lo complicado

Lo oculto y vedado

Intención artística

Previsto

Imprevisto

Superposiciones

Claras

Violentas

Perspectiva

Los marcos indican la línea de orientación

Abandono de las líneas de orientación

Materia pictórica

Continuidad

Discontinuidad

Despertar en el espectador

Limitado, momentáneo

Lo acordado

Son así. Debe ser así.

Inagotabilidad

Incomprensión

Intencionalidad de la representación

La imagen

Belleza unida a la manifestación de la forma. Imagen formal, clara. Precisión

Belleza en la oscuridad que deforma la forma.

Imprecisión (desaparece el máximo de nitidez objetiva).

 

 

 

5ª.- Pluralidad y unidad (multiplicidad o unidad).

La pluralidad o variedad y unidad. La pluralidad aquí se entiende como “suma de partes”, es decir, se refiere a la existencia de distintas o múltiples unidades de representación (personajes, por ejemplo), perfectamente determinadas y con un grado considerable de autonomía; pero, en palabras de Wölfflin, “En el sistema de ensamble clásico cada componente defiende su autonomía a pesar de lo trabajado del conjunto”.

La unidad, en cambio, refiere al fuerte vínculo formal que se establece entre las unidades de representación, impidiendo que los detalles tengan sentido en sí mismos o por sí solos. En este sentido unidad significa integración de las partes, formando entre sí un todo absoluto. En la unidad se expresa una acreditada voluntad de síntesis, y con ello un principio más estricto de la composición.

Cuidado, pues por lógica la inclinación a lo pictórico, a lo esencialmente profundo, atectónico y no claro está más ligada a la pluralidad, a lo vario, pues no, porque el Barroco muestra casi por todas partes en sus creaciones la voluntad de síntesis y de subordinación. La relativa autonomía de las partes desaparece en el Barroco.

En el arte del Renacimiento la unidad es simplemente una coherencia lógica, y la totalidad de sus representaciones era nada más que un agregado o una suma de pormenores en la que todavía se podían reconocer los distintos componentes.

En Leonardo o Rafael los elementos se pueden gozar aislados, en Rubens o Rembrandt ningún detalle tiene sentido por sí mismo.

 

 

Wölfflin, Heinrich. (1952). Conceptos fundamentales de la Historia del Arte. Madrid: Espasa-Calpe, 3ª edición. Edición de la editorial Austral en 2014.